Probamos el servicio a domicilio de Peggy Sue’s

Volvíamos de unas compras desde Madrid, y decidimos llamar a este restaurante (21.15 horas) y encargar unas hamburguesas para recogerlas al llegar a Las Rozas (es decir, que les ahorrábamos incluso la gasolina de la moto y el tiempo del empleado). Nos dijeron que unos 20 minutos/ media hora. Les advertimos de la situación, de que no hacía falta que las enviasen y que nos pasaríamos por allí.

Llegamos a los 20 minutos, y entramos en el sitio. Había unas 4 mesas, no estaba lleno ni nada parecido. Y aún así, la comida no estaba, y nos dijeron que quedaban unos 15 minutos más. No entendimos nada, puesto que esperabamos que ya estuvieran al menos en la plancha, pero 15 minutos más indicaba que no habían empezado siquiera con la comanda. En fin, decidimos que pagábamos ya que estábamos ahí (craso error…) y que las esperábamos en casa.

Y así pasaron los minutos… 15, 20, 35… y primera llamada preguntando por la comanda. Que estaba a punto de salir, decían a través del teléfono. 45, 50, 60… llamada de nuevo para prácticamente llamarles de todo menos guapos, y nos dicen que ya está saliendo el motorista, que lo sienten y que nos ponen un brownie de regalo.

22.45 horas aproximadamente, y llega el amigo motorista. Y efectivamente, después de casi dos horas, nos llegan las hamburguesas (tres, concretamente) y un único brownie a compartir, debe ser, entre los tres por las dos horas de espera.

Evidentemente, porque habíamos pagado ya. Si no, pedimos a otro sitio y esperamos tranquilamente a que lo traigan para, en ese momento, decirle al amable motorista que se lo lleve a su jefe con una nota nuestra diciéndole lo que pensábamos de su servicio a domicilio, que está entre para-llorar y así-no-os-vais-a-comer-un-colín.

En fin, decepcionante. No tendrán una sola visita nuestra nunca más. Por cierto, las hamburguesas, estaban buenas.