Probamos el restaurante Muerde la pasta del Gran Plaza 2

La franquicia de restaurante buffet italiano Muerde la Pasta abrió en su primer año con un escandaloso castillo para niños exterior que llamaba la atención incluso desde la M-50. Posteriormente se ha dulcificado y lo han cambiado por un más modesto parque infantil, que al ser interior, es más usable durante todo el año (eso sí, menos llamativo).

La oferta culinaria es sencilla: cocina italiana en modo buffet, es decir, que la calidad no es lo primordial en este caso, sino la cantidad. La entrada al recinto para los peques es gratis si no supera la altura de 1,05 m (aunque comer, lo que se dice comer, no lo van a hacer mucho con el parque a su disposición). El precio para los adultos es de 9,95€ de lunes a viernes a mediodía y 12,95€ noches, fin de semana y festivos. Los niños que sí que tengan que pagar por altura (hasta 1,40 m), será sólo 6,95€.

Una vez dentro, pasta, pizza, bebida de grifo… todo te lo sirves tú, y todo está comestible. No he encontrado nada en las varias veces que lo he visitado que pueda destacar, la verdad. Las pizzas están buenas, la pasta, normalmente, también (aunque alguna se hace un engrudo puesto que todo está al baño maría para mantenerse caliente). Bastantes ensaladas, algo de verdura y algo de carne también están disponibles. Las bebidas, tienes de todo, incluso alcohólicas como cerveza (con el consiguiente cartelito de que no se puede servir uno más de unas veces, y sólo los adultos aunque no parece que nadie mire mucho si eso se cumple), y en la mesa de los postres tienes mucho donde elegir, de los cuales sí que recomiendo la tarta de limón a la que le puedes echar chocolate blanco caliente por encima. También hay helados con toppins, y cafés de máquina de polvos.

El servicio, como no hay mucho, no se puede valorar mucho. Sólo valoraré a las personas de la entrada (la que te cobra), que son intransigentes en, por ejemplo, cobrarte por un niño de 4 años que se pasa en altura del 1,05 cuando sabe fehacientemente que no va a comer casi (y sí que deja pasar gratis por las mismas a uno de 6 pequeñín…), a los que recogen las mesas, que sí que están atentos y se pasan cada cierto tiempo a retirarte platos que vas acumulando,  y poco más.

Con diferencia, el punto positivo lo pone el espacio que dedican a los niños, por el que pagan y no monetizan directamente con mesas y sillas como otros (aunque sí indirectamente con gente que va a comer ahí por ello), con el parque infantil. Ese espacio permite que los padres, agotados de las compras, puedan tener un rato de tranquilidad comiendo y no perdiendo de vista a sus hijos mientras estos se dejan parte de sus energías (esas que parecen inagotables a veces) subiendo y bajando por el parque. Para mí, como padre, un 10 y una iniciativa a copiar por otros. Es grande y permite muchos niños dentro de él jugando.

A ver, en un buffet no puedes pedir peras al horno (digo… peras al olmo jeje) pero creo que le falta un «punto más» en la cocina. Si mejoraran un poco la cocina, iría mucho más, eso sí, sólo cuando voy al centro comercial con niños. Para ir sin niños, creo que otros son mejor opción.