Los atracadores tenían varios pisos francos
Las detenciones, en el marco de la operación “Pope-rulos”, se han realizado en Madrid capital, en el municipio de Las Rozas y en Elche (Alicante). A los acusados, que tenían identidades falsas, se les imputan delitos de asociación ilícita, falsificación de documentos y receptación. En el transcurso de la operación más de 300 agentes de policía, registraron 37 domicilios de Madrid.
Las investigaciones comenzaron en septiembre de 2007, tras detectarse un considerable incremento de hurtos al descuido en bancos y joyerías, así como de robos con violencia a personas que acababan de sacar importantes cantidades de dinero en entidades bancarias.
En un momento determinado ambos cuerpos de policía detectaron la coincidencia de varios de los objetivos que estaban investigando. A partir de ese momento crearon un grupo de trabajo conjunto para la investigación.
Finalmente, se averiguó que la banda, articulada en grupos de 5 ó 6 personas, se desplazaban de lunes a viernes desde sus residencias en Madrid a diferentes comunidades autónomas, donde presuntamente cometían robos y hurtos en joyerías y bancos.
En sus viajes se alojaban provistos de documentación falsa en establecimientos hoteleros de las localidades que visitaban, cambiando diariamente de alojamiento con el fin de dificultar una posible investigación policial.
Durante la mañana, se dedicaban a realizar robos a las personas que salían de entidades bancarias y hurtos en estas y en comercios de joyería, y por la tarde, vigilaban a representantes de joyería y furgones blindados para, al día siguiente poder sustraer las sacas de dinero una vez entregadas en las entidades bancarias.
Tras regresar los viernes a Madrid, se deshacían del botín obtenido a través de receptadores y, posteriormente, se reunían en locales de ocio próximos a sus domicilios, donde planificaban la actividad delictiva de la semana siguiente.
Los investigadores han podido determinar que, periódicamente, algunos miembros de la banda se desplazaban a otros países como Reino Unido, Alemania, Francia, Estados Unidos, Japón, Australia y Hong Kong, entre otros, donde presuntamente desarrollaban la misma actividad ilícita que en España.
Los pingues beneficios obtenidos por el grupo, eran enviados a sus países de origen en cantidades inferiores a 3.000 euros, para que no fueran detectados por los controles del Banco de España contra el Blanqueo de Capitales. Se calcula que han podido obtener más de 2 millones de euros de beneficios por los robos y hurtos cometidos en el último año.
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